Vivimos tiempos difíciles, tiempos de cambio, tiempos que no gustan a nadie. Y nos ha pillado a todos desprevenidos. Se toman muchas medidas, al parecer a gusto de nadie o de pocos. No voy a juzgar si se hace bien o mal. En los medios de comunicación está todo los que necesitas para juzgar por ti mismo.
Ahora vivimos en las llamadas fases, esas que han abierto debates también en un nuestra comunidad. ¿Se puede ir ya a escalar? Hay sitios donde ya pueden, en otros todavía no. Puede parecerte bien o mal pero centrémonos en lo que podemos hacer. Supongo que es muy complicado satisfacer todas las demandas y más cuando hay intereses de por medio.
Todos tenemos ganas de ir a escalar e imagino que la mayoría coincidimos en que es menos peligroso y más sano que ir a tomarse una caña en la terraza de un bar. Pasa lo mismo con otros deportes outdoor, en el mar o la montaña. Trail running, trekking, btt, alpinismo, barranquismo, piragüismo, etc. E imagino que los practicantes de estos deportes opinarán lo mismo que nosotros. Así que por esta regla de tres, creo que puedo ampliar la afirmación anterior a todos los amantes de algún deporte al aire libre.
Opinemos lo que opinemos sobre cómo arreglar el mundo en la era post Covid-19, todos y todas estamos ansiosos por volver a practicar con plenas libertades ese deporte que nos reporta un montón de beneficios. Lo que me lleva a pensar que cuando finalice el estado de alarma y ya no hayan fases que valgan, esto va a ser «tonto el último». Sí, sí, no puedo evitar imaginarlo. El primer día de las rebajas de enero del Corte Inglés va a ser una broma comparado con todos nosotros sedientos de aire fresco. Pobres montañas, ¡no saben la que se les viene encima! Y muy importante, ¡con lo tranquilas que están ahora!
Es innegable que la naturaleza está recuperando su espacio y esto me lleva a otra pregunta… Quizás ahora la naturaleza está como debería haber estado siempre, ¿no? Pero bien… Recordemos cómo estaba la montaña antes de la confinamiento, por favor.
Aquellos lavabos improvisados detrás de un bloque, llenos de papel y defecaciones, así, ¡tal cual!, sin enterrar ni nada de nada. ¿Y quién no se ha encontrado latas y/o botellas de birra entre dos rocas? ¡Como si allí hubiera un agujero negro directo a la planta de reciclaje! ¿Y el rastro de envoltorios de plástico en plena aproximación por si te pierdes? Por no hablar de los que se llevan el altavoz… ¿Te suenan estos ejemplos verdad?
Aquí viene mi suplica a la comunidad. Creo que no me equivoco cuando afirmo que la comunidad escaladora está llena de referentes ejemplares, de gente preparada y formada. Habrá de todo, sí, pero ¡permite que mantenga la esperanza!
Todos hemos visto los vídeos que circulan por las redes sociales de como todo el mundo practica deporte ahora. Lo que no se enseña ni se ve es toda la basura que se está generando. ¡Mucha más que antes de la pandemia! Botellas de plástico, envoltorios de los geles, papel, … Y que no se me olvide, ahora añadimos un nuevo residuo a la colección de desechos que te encuentras en la naturaleza. ¡Mascarillas y guantes por todas partes! Aún hay gente que no es consciente de la emergencia climática. Qué más da, aunque no hubiera emergencia climática, ¡que en la naturaleza no se tiran nuestros desechos!
Perdón… que me desvío del tema. Con todo lo descrito anteriormente, intenta imaginar un futuro próximo en la montaña o el mar. ¡Qué desastre! Volveremos a lo que había anteriormente o incluso peor.
Movimientos como Keep Cliff o asociaciones como Escalada Sostenible están realizando un buen trabajo. Aún así, el primer paso empieza por cada uno de nosotros, con buenas acciones.
Hasta ahora hemos intentado generar un impacto neutro en la naturaleza, pero con todo lo que tenemos por delante (que no va a ser poco), ¿y si intentamos dar un paso más y nos centramos en generar un impacto positivo? ¡Nada! ¡Cosas fáciles! Y muy importante, ¡¡¡gratis!!! No hace falta esperar a participar en un evento de recogida de basura, por ejemplo, aunque si lo hay, ¡apóyalo!
Hay muchas cosas que podemos hacer individualmente y como colectivo. ¡Muchísimas! Tú que estás leyendo esto puede que tengas mejores ideas que yo. Compartámoslas y creemos ese efecto positivo para el medio ambiente.