Hay un adjetivo que define a la perfección a Edu Marín: luchador. Edu lleva embarcado en su proyecto por encadenar el techo más largo del mundo, Valhalla (380m, 9a+), en el gran arco de Getu, en China, más de seis meses en total.
El último día que hablamos con él nos dijo: «Ya puedo atacar desde el suelo. Última fase del proceso. Me siento fuerte y motivado, quizás más que nunca. Estoy listo para el último empujón, la última guerra”.
Dos días después de estas palabras, el 22 de febrero, Marín realizaba el primer ataque desde el suelo. «Pasé el primer largo de 9a+ (Odin’s Crack, L5) al primer intento. Llegué al primer largo de 8c+ de la vía y caí en el crux porque estaba mojado. Sequé los cantos y en el segundo intento encadené. Sabía que eso me iba a costar encadenar la vía ya que me iba a desgastar de cara al último 8c+ (Valkirias, L12). Cuandó llegué a Valkirias tenía rampas en las manos, estaba realmente exhausto. Allí me caí saliendo del crux«, nos ha explicado Edu Marín sobre el primer intento.
Unos días atrás, el 3 de marzo, llegó el segundo ataque, el que podía ser el definitivo. «Volví a pasar bien Odin’s Crack y cuando llegué al primer 8c+ me acerqué jumareando hasta el canto que había encontrado mojado la vez anterior. Lo sequé y encadené el largo. Llegué más fresco que en el intento de finales de febrero a Valkirias. Superé sin problemas el crux, pero llegando a la reunión se me rompió una regleta de mano derecha. Volví a intentarlo pero estaba muy cansado. Tuve muy mala suerte», recuerda Edu con rabia.
Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte y ahora, más que nunca, Marín tendrá que sacar su carácter luchador, de guerrero, para volver a enfrentarse quizás por última vez esta temporada a Valhalla.
«Personalmente sé que tengo la vía, pero soy consciente que no está encadenada. Ahora estoy en un estado de forma óptimo y no voy a tirar la toalla. Estoy recuperado física y psicológicamente para intentarlo de nuevo. El arco ahora está mojado y empieza una cuenta atrás. Mi visado acaba el 7 de abril, pero ahora empieza la época de lluvias y va a ser muy difícil encontrar las condiciones. Tengo poco margen», concluye Marín.
Los próximos días serán determinantes para cerrar un proyecto con el que Edu Marín haría historia, al encadenar la vía de largos sobre techo más dura del mundo.
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