Han pasado tres décadas desde que Ben Moon les pintó la cara a los franceses al encadenar el primer 8c del país galo, Agincourt. Sucedió en 1989 y para Moon supuso la culminación de un ciclo de viajes a Buoux, dedicados en cuerpo y alma a la escalada de dificultad.
El primer acuerdo de patrocinio que consiguió Ben Moon fue en 1985. Tenía 19 años. Dick Turnbull, el director de marketing de Wild Country, le asignó un ajustado presupuesto para que pudiera viajar a Buoux, la meca de la escalada deportiva a nivel mundial a mediados de los 80 en el siglo XX, el laboratorio de los hermanos Le Menestrel.
Moon ya había visitado Buoux un año antes junto a Jerry Moffat, justo después de pasar unas semanas en Fontainebleau. Entonces, con poco dinero en los bolsillos y al más puro estilo dirtbag, Moffat y Moon pasaron las primeras noches en Buoux durmiendo bajo un húmedo y mugriento puente. Afortunadamente, una mujer del pueblo se apiadó de ellos al verlos allí y les ofreció cobijo en una pequeña casa de piedra de la que era propietaria, justo bajo las paredes de los sectores de escalada. Allí se instalaron durante un mes.
Toni Yaniro en ‘Chouca’ 8a+. Foto / Col. Marc Le Menestrel
Chouca, el primer rotpunkt mediático de Ben Moon
El segundo viaje de Ben Moon a Buoux fue realmente productivo. Moon ya conocía bien el estilo de escalada de la zona y además, por fin alguien le apoyaba económicamente. El inglés dio el primer aviso a los franceses con la tercera ascensión de Chouca 8a+, una vía con primera de Marc Le Menestrel e icónica casi de forma instantánea.
Icónica básicamente por un movimiento extremo, un figure-of-four (o yaniro), que se realiza desde un profundo agujero desde el que bloquear para alcanzar el siguiente agujero. Todo sobre un muro considerablemente desplomado.
El rotpunkt de Chouca generó un eco mediático para Ben Moon que incluso le llevó a aparecer en la revista Arena, una publicación británica que en aquella época marcaba las tendencias de la moda masculina más in.
Tres en raya para Ben Moon en Buoux
1986 tampoco fue un mal año para Ben Moon en Buoux. Tocaba subir el listón y el británico tenía muy claros los objetivos. Se había fijado en las tres vías más duras del momento en la zona y no quería perder el tiempo.
En tan solo 9 días de escalada en Buoux, Moon fue capaz de tachar Le Spectre du Sur-mutant 8b+, un lunes; Le Minimum 8b+, el viernes de la misma semana; y La Rage de Vivre 8b+, el miércoles siguiente. Un tres en raya de los que hacen historia.
Por si fuera poco, las primeras ascensiones de esas vías correspondían a los tres mejores escaladores franceses del momento: Jibé Tribout con Le Spectre du Sur-mutant, Marc Le Menestrel con Le Minimum, y Antoine Le Menestrel con La Rage de Vivre.
Y un dato más… Entonces, el único escalador que ya contaba con esas tres líneas encadenadas era el amigo de Moon, Jerry Moffat. La rivalidad era sana entre británicos y franceses, pero cuando la balanza se empezaba a decantar hacia las islas…
Ben Moon, sin rastas, en ‘Agincourt’ 30 años después. Foto / Moon Climbing
Ben Moon encadena el primer 8c de Francia, Agincourt
Con la mayoría de deberes hechos en Buoux, Moon necesitaba nuevas sensaciones, probar algo nuevo. El de Sheffield se enteró que había un proyecto en el sector Les Dévers. Laurent Jacob había reequipado una antigua vía de artificial llamada Les Barouilles. Marc Le Menestrel había estado dándole pegues, pero después de unas breves sesiones en la vía decidió que era demasiado dura.
En otoño de 1988 Ben Moon se instaló junto a Jerry Moffat en Buoux en una caravana alquilada. A los pocos días, acosados por el mal tiempo, Johnny Dawes y Sean Myles, que dormían en una tienda de campaña, también se hicieron con su rincón allí. En aquel reducido espacio solo se respiraba fanatismo.
Moon invirtió unos 18 días repartidos en dos meses, entre octubre y noviembre, para intentar resolver el proyecto de Les Dévers. El británico dividía la vía en 14 movimientos, todos sobre unos agujeros poco profundos y en un paño de pared muy desplomado.
Esa temporada Ben Moon volvió al Reino Unido con las manos vacías, pero no se rendía. Un año después, en 1989, Moon cerraba el círculo y encadenaba Agincourt, el primer 8c en suelo francés. La vía se convertía además, junto a la obra maestra de Wolfgang Güllich, Wallstreet, en Frankenjura, en los más duro del mundo.
Moon explicó unos años después: «(Marc Le Menestrel) podía haberla hecho. Ambos eran muy buenos. Marc quizás era un poco más fuerte, Antoine más natural».
Ben Moon rebautizó a la vía con el nombre de Agincourt (Azincourt en francés), refiriéndose a la cruel derrota francesa ante los ingleses en la guerra de los Cien Años en 1415. Todo un desafío.
Para escribir este artículo se ha consultado información en:
David Chambre, El 9º grado, Desnivel, 2015.
Ed Douglas, Statement, Vertebrate Publishing, 2015.
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