Armando Raya se ha hecho con la primera repetición de M. Alba 9a, en Savassona (Catalunya). Han pasado 18 años desde que Ramon Julián realizó la primera ascensión, en un ahora lejano 2007. El de Manlleu propuso 9a, aunque con el paso de los años y la ausencia de repeticiones, como en tantas otras vías de «Ramonet», la línea empezó a tomar un aire de leyenda. No han sido muchos los que la han probado a lo largo de estos años, algunos con más insistencia que otros, hasta que finalmente uno de sus fieles pretendientes ha podido repetirla.

«Me habrá llevado algo más de un año y medio desde que sentí que podía hacerla, pero no yendo de una manera continuada, a veces por la llegada del calor y otras por diversos motivos. El proceso ha sido lento y ha requerido mucha paciencia, ya que mi disponibilidad de tiempo es poca. Solo la probaba una hora u hora y media a la semana entre horas de trabajo o incluso al final del día, por la noche y si la lluvia y condiciones lo permitían, ya que los fines de semana los dedico totalmente a mis hijos. En resumen, le habré dedicado como una temporada para poder matizarla bien y luego ya ha sido cuestión de intentos hasta poder hacerla cuando llegaron las condiciones que requiere una vía de estas características», comenta Raya.

A sus 47 años, Armando reconoce que tiene la suerte de dedicarse «a varias cosas relacionadas con mi pasión, que es la escalada, sobre todo como equipador -ahora lo llaman route setter– desde hace ya unos cuantos años. También trabajo como monitor de escalada y realizo algunas salidas como guía».

Sobre M. Alba y la fama que la precede dice que «tiene lo justo para poder subirse por ahí. También depende de la temperatura y humedad que haya. Según eso se pueden coger o es casi imposible moverse en esas presas… Hay alguna otra vía de Ramon que he probado, como Només per Valents,  que cuenta con agarres incluso más extremos que M. Alba, ya que  solo quedarse de ellos y hacer un solo movimiento es durísimo. Ramon le dio 9a de vía pero yo eso lo veo más bien como 9A de bloque, ¡jaja!».

Quien ha estado bajo M. Alba y ha buscado las presas o imaginado los movimientos, puede entender fácilmente lo que explica Raya. Apenas se intuyen los agarres sobre un liso paño de roca. «Lo que más me ha costado es el bloque de slab en la sección superior, aunque en aislado me salía relativamente bien. Cuando vienes desde abajo, después de hacer un 8c, más o menos, es lo más complicado de enlazar. Allí me habré caído como quince o veinte veces, aunque también es fácil patinar en cualquier sitio de la vía. Intentar encadenarla ha sido una lucha mental bastante dura, aunque nunca me he cansado de intentarla. En otras vías o problemas de boulder había dejado de disfrutar tanto llegado cierto número de intentos», recuerda.

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«Este tipo de vías lo que realmente te piden es que escales fino, sin movimientos bruscos. Da igual que hagas dominadas a un brazo con 20 kg de lastre. Solo hay que escalar bien»

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Armando Raya trabaja en Gravetat Zero y Krakenbloc, salas donde además también entrena: «Lo único que hice fue hacer una pretemporada antes de que llegasen las condiciones óptimas. Me enfoqué en la resistencia corta que pide la vía. Utilicé la Shiny Wall, que utiliza un sistema de leds sobre el muro y es bastante cómodo para este tipo de entrenamiento. Además, durante el proceso, los fines de semana en casa he dedicado como una hora a hacer algunos ejercicios de fuerza. Este tipo de vías lo que realmente te piden es que escales fino, sin movimientos bruscos. Da igual que hagas dominadas a un brazo con 20 kg de lastre. Solo hay que escalar bien y eso solo se gana escalando».

Siguiendo los pasos de Ramon Julián

Armando Raya nació en Menorca aunque sus raíces están en Almería. Lleva más de 15 años viviendo en Catalunya y su primer 9a lo firmó a los 41 años. Lo consiguió con Esclafit, otra vía con primera de Ramon Julián que nadie más ha repetido.

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«Estéticamente llama la atención a cualquiera que pase por ahí; los movimientos son increíbles»

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«En comparación con Esclafit, al principio ésta me parecía más imposible que M. Alba porque hay agarres de los que no me aguantaba ni tres segundos. En M. Alba me movía desde hace tiempo y ha sido más bien cuestión de matizarla muy bien y ganarle la resistencia. Para mí, encadenar M. Alba ha supuesto una satisfacción personal enorme, ya que solo la podía probar escasamente entre semana, cuando podía escaparme entre horas en el trabajo. He ido incluso de noche con mi compañero de trabajo y gran amigo Joel, que ha sido una pieza clave en el proceso. También con Pep Vilardell, haciendo horas extras para poder acompañarme. Todo ha sido posible gracias a contar con amigos así. Además, lo que más me ha motivado a probarla es que la tengo relativamente cerca de casa, a una hora más o menos de coche, y que es una línea única. Estéticamente llama la atención a cualquiera que pase por ahí; los movimientos son increíbles.

De este modo, Armando sigue los pasos de Ramon Julián, siendo uno de los pocos escaladores que se atreven con sus vías: «Ha sido una motivación extra poder hacer la primera repetición tras Ramon. Es alguien a quien admiro, es un referente de la escalada a nivel mundial desde hace ya muchos años».

El almeriense no descarta proyectar otras vías de Julián: «Sí, todas las que pueda y no me pillen lejos de casa. Con las que tengo por aquí, por suerte, ya son más que suficientes. Las tengo bastante cerca pero muy lejos de poder encadenarlas, aunque por intentarlo no será».

 

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