La Copa del Mundo de Dificultad realizó su primera parada en Briançon (Francia), los días 21 y 22 de agosto. A día de hoy, todo apunta a que será la única que se celebrará este año, ya que las otras dos programadas están pospuestas.
La International Federation of Sport Climbing (IFSC) estableció una estrictas medidas para proteger a los atletas, público y oficiales de la Covid, de tal forma que la prueba pudiera celebrarse con la máxima seguridad. A pesar de ello, y a juzgar por algunas imágenes durante la competición, no siempre fue posible que estas medidas de cumplieran.
Con un texto sincero y directo en Instagram, Alex Megos ha cuestionado el trabajo de la IFSC en Briançon para evitar la propagación de la Covid. Traducimos y reproducimos la opinión completa de Megos:
«Parece que todos estaban esperando la prueba de la copa del mundo en Briançon. Yo fui a la competición con sentimientos encontrados. Sabía que no estaba preparado y después de un largo e intenso periodo en la roca sentía como si necesitara un poco de tiempo de calma, así que no estaba muy motivado para darlo todo y competir.
Sin embargo pensé: «Voy a coincidir a gente que hace tiempo que no veo y voy a escalar sin presión, solo por diversión. Había oído hablar de varias regulaciones para mantener a los atletas, espectadores y oficiales seguros ante la Covid, minimizando el riesgo de infección y de transmisión del virus. Pensando ahora en la competición estoy empezando a cuestionarme si se ha pensado mucho en esta prueba y en sus regulaciones.
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«Si las competiciones futuras son así, no estoy seguro de que quiera continuar»
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¿Tiene sentido decir a los atletas que no pueden calentar o estirar en un plafón vacío a causa de las regulaciones anti-Covid impuestas y en la otra parte tener a 5.000 personas una al lado de la otra delante del muro de competición?
¿Tiene sentido dejar a los atletas calentar uno al lado del otro sin mascarillas en la zona de aislamiento pero entonces obligar a ponérsela cuando entran en la zona donde el público puede verlos?
Desde mi punto de vista muchas restricciones y normas fueron cuestionables y no tuvo mucho sentido permitir que 5.000 personas asistieran a la competición. Tampoco creo que sea justo para muchos atletas llamar a ésto una copa del mundo cuando solo los europeos han podido asistir debido a las restricciones de movilidad. Considerando todo esto la cita de Briançon no fue divertida, aunque esperaba que lo hubiera sido. Si las competiciones futuras son así, no estoy seguro de que quiera continuar.
Una nota positiva para acabar. Entré en la final a pesar de no haber escalado muy bien para estar allí. En la final por primera vez me sentí relajado y confiado desde el primer movimiento. Sentí el flow y me divertí mientras estuve en el muro. Quizás estaba tan confiado y relajado que no debería haber saltado a por las presas donde caí, ¡pero fue divertido! Estoy contento con mi juego mental en la final, aunque aún necesito afinar más».