Los hermanos Pou, Iker y Eneko, han emitido una nota de prensa donde denuncian la situación que está sufriendo el colectivo escalador y el resto de practicantes de deportes de montaña en la isla de Mallorca. En la nota explican que la Conselleria de Medi Ambient i Territori de les Illes Balears y los Agentes de Medio Ambiente están tratando al colectivo como criminales.
Compartimos íntegramente el texto firmado por Iker y Eneko Pou.
¿Son delincuentes los escaladores mallorquines?
Teniendo en cuenta los últimos hechos acaecidos en las montañas mallorquinas, cualquiera podría pensar que sí, que un colectivo formado por médicos, enfermeras, profesores, abogados, policías, albañiles, carpinteros, notarios, bomberos…son criminales que pretenden acabar con el medio ambiente. Da la casualidad que resulta que es todo lo contrario: En la mayoría de los casos, son personas cultas, que aman y respetan la naturaleza, y que además, llevan años conviviendo con ella de una manera armoniosa.
Hasta no hace mucho, caminar, escalar, correr, hacer espeleología o andar en bici por la montaña estaba bien visto. Una persona con un mínimo de sentido común, entendería que es mejor tener a la gente en contacto con la naturaleza (que es de donde viene el ser humano) que metida en los bares de fiesta y drogándose.
Pero no parece entenderlo así la Conselleria de Medi Ambient i Territori de les Illes Balears, y su representante en el terreno, en este caso los Agentes de Medio Ambiente, que en los últimos tiempos se han dedicado a perseguirnos como si de criminales se tratase. Nos han parado, retenido, pedido la documentación, nos han hecho abandonar nuestra actividad…
Y cuando uno trabaja toda la semana para dar de comer a su familia, que en el poco rato que tiene libre, le traten como a un delincuente, no es de recibo. La verdad es que sabe muy mal que le coarten la libertad a aquellos que llevan respetando la naturaleza y su fauna de una manera escrupulosa toda la vida.
¿Seguro que nosotros somos un problema? ¿Y qué pasa con las aguas fecales que se vierten en forma de miles de litros al año al agua? ¿Y con los barcos que barren la posidonia del fondo del mar con sus anclas? ¿Y con los miles de coches, motos y autobuses que cada día atraviesan la Tramuntana, incluso por zonas de exclusión? Esto es solo por hablar de una pequeña parte de los problemas medioambientales que aquejan esta isla. Pero supongo que es mas fácil cargar las tintas contra un colectivo pequeño como el nuestro que hacerlo contra los problemas de verdad.
Pero no vamos a hacer con ellos lo que están haciendo con nosotros. No vamos a criminalizar a todo un colectivo por el mal proceder de unos pocos (la gran parte de estos problemas están sucediendo en el paraje de la Serra de la Tramuntana y habría que preguntarse porqué); un grupo en el que la mayoría de sus miembros realiza su trabajo con rigor y profesionalidad, y que seguro que no está de acuerdo con la persecución a la que los montañeros estamos siendo sometidos.
Muchas veces se escudan en los pájaros, cuando somos los propios escaladores los que ponemos carteles a pie de vía cuando encontramos un nido, avisando a nuestros compañeros de actividad de la necesidad de no escalar esa ruta en concreto, hasta que acabe la época de nidificación. Eso es ecologismo, del de verdad, del de andar por casa.
Y la realidad, aunque la nieguen, es que en los últimos años el aumento de las especies ha sido espectacular, así como el de las rapaces, que de unos años a esta parte se les ve volando por encima de los pueblos y fincas sin ningún pudor…¿No será que cazadores y agricultores -a día de hoy mucho más concienciados- ya no les pegan tiros ni les ponen veneno?
Hasta hace poco teníamos que lidiar constantemente con los dueños de las fincas para poder realizar nuestra actividad (el 98% de la Serra de la Tramuntana es privada), ahora también lo tenemos que hacer con los Agentes de Medio Ambiente, que escudándose en motivos ecologistas, lo que están haciendo es defender los privilegios de unos pocos- de estos propietarios-, a costa de la mayoría, haya o no pájaros en la zona. ¿Es ese 2% el que paga sus sueldos o el otro 98% de la población? ¿No tiene derecho ese 98% a disfrutar de sus montañas y de su isla? ¿No están los políticos y los técnicos para velar por el interés común y no crear problemas donde no existen? La última «cacicada» ha sido pedirnos a todos los que andamos por estas montañas que nos saquemos una autorización.
Después de investigar un poco, la verdadera razón que subyace a esta medida, ¿no será la de ver la manera de cobrarnos por disfrutar de estos parajes naturales? ¿Y cómo lo piensan hacer con los extranjeros que vienen a conocer estas montañas? ¿Los mandaran a su casa tras pedirles que se identifiquen?
¿Se puede permitir Mallorca tener una regulación más estricta que la de un Parque Nacional? Porque en los parques nacionales de todo el mundo (sirvan de ejemplo los más cercanos de Ordesa y Monte Perdido o Picos de Europa, o el más lejano Yosemite, en Estados Unidos) se hace actividad en la montaña sin la necesidad de pedir ningún tipo de permiso.
Tamar Lunger, retenida más de 2 horas por los Agentes de Medio Ambiente
La gota que ha colmado el vaso sucedió este mismo verano, cuando la famosa alpinista sud tirolesa -una de las mejores del mundo- Tamara Lunger fue retenida junto a Ibón Saint Bois en la carretera que sube del pueblo de Alaró, al restaurante de Es Verger (una carretera transitada por miles de vehículos al año), bajo la excusa de que supuestamente venían de escalar.
Primero se les retuvo en contra de su voluntad, después fueron obligados a vaciar sus mochilas para proceder a registrarlas, para después ser bajados hasta el pueblo en el coche de los agentes donde esperaron más de una hora a que llegásemos a casa y les pudiésemos abrir la puerta (ambos eran nuestros invitados), para coger su documentación y entregársela a los agentes, que hasta ese momento no les habían quitado el ojo de encima.
A nosotros se nos cayó la cara de vergüenza viendo la situación, y sobre todo viendo la imagen que de la isla y sus gentes se estaba dando delante de nuestros invitados, deportistas intachables y con una imagen inmaculada en todo el mundo.
¿No queríamos desestacionalizar el turismo y conseguir un turismo de calidad? ¿No queríamos que la isla no fuese famosa por los vídeos que todos los años se difunden a nivel mundial de Magaluf y El Arenal? Tenemos en nuestros manos cambiar esto y lo que estamos haciendo es detener a los turistas que nos podrían dar esta nueva imagen.
Eso sí, después no hay ningún pudor en gastarse millones de euros de todos los contribuyentes, promocionando el turismo de calidad, en ferias internacionales de todo el mundo. ¿Para que? ¿Para que vengan y los detengamos por disfrutar de la belleza de nuestra isla? ¿A alguien se le ocurre que se podría detener a Rafa Nadal en un torneo en New York porque «Creemos que estaba jugando al tenis»? ¿Jugar al tenis es delito? ¿Y las actividades de montaña también? Bueno, pues estas cosas pasan en Mallorca.
De momento lo que estamos haciendo el resto de los que amamos esta isla es pelear en contra de una injusticia. Toca unirse, organizarse y crear una asociación. Este problema es real para corredores, montañeros, espeleólogos, escaladores, jinetes, mountain bikers, parapentistas y todo aquel que le guste disfrutar y estar en contacto con la naturaleza. El tiempo dirá quién tiene la razón.