Criada en Burdeos, Melissa Le Nevé descubrió la escalada a los 17 años, a pesar de que en su región no tenía muchas zonas donde practicarla. Decidida a seguir su pasión, se mudó a Aix-en-Provence a los 20, donde podía llevar un estilo de vida centrado en la escalada durante sus vacaciones de verano. Cada año pasaba meses acampando en Céüse, inmersa en uno de los mejores muros del mundo, que no solo le exigían fuerza física, sino también un compromiso mental profundo. Las vías de Céüse la sacaban de su zona de confort, algo que ella abrazó como una parte esencial de su desarrollo como escaladora.

Melissa acabó estableciéndose cerca de Céüse junto a su pareja. La zona ofrecía todo lo que ambos buscaban: escalada, esquí, parapente y una experiencia inmersiva en la montaña. Descubrir el parapente supuso para la pareja ver las montañas con una luz completamente nueva. Antes de eso, su vida giraba en torno a un enfoque intenso con un solo objetivo: dominar una línea de deportiva hasta conseguir encadenarla. Encontró libertad en el vuelo, un contrapeso a la naturaleza absorbente de la escalada, que le permitió reconectarse con el mundo de una manera más amplia.

La relación de la francesa con sus proyectos de escalada siempre ha sido profundamente personal. Así fue con Action Directe, que encadenó en mayo de 2020, y lo es ahora con Biographie. La primera vez que probó los movimientos de Biographie fue en 2015, cuando ya estuvo cerca de anotarse Action Directe. Se encontraba en su mejor forma física y, para su sorpresa, resolvió los movimientos de Biographie con facilidad. A pesar de ese prometedor comienzo, decidió posponer el proyecto hasta después de encadenar Action Directe. Ese logro desbloqueó algo en ella, dándole la libertad mental para dedicarse de lleno a Biographie.

Mientras continúa su viaje con Biographie, Le Nevé reflexiona sobre el significado de esta vía en su vida. No se trata solo de lograr una ascensión, sino del autodescubrimiento que implica. Se ha convertido en un espejo de su crecimiento, una prueba de resistencia y una fuente de reflexión. Vivir a solo una hora de Céüse le permite afrontar el proyecto con más tranquilidad y un sentido de pertenencia: este es su terreno de juego, un lugar donde puede ser ella misma, explorar y crecer.

 

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