El escalador Tom O’Halloran ha sido el último escalador en encadenar ‘The Wheel of Life’ V15/8c, en Grampians (Australia). Este es el problema más famoso de Hollow Mountain Cave y desde su apertura ha generado encendidos debates.
Dai Koyamada fue el primer escalador capaz de unir los 70 movimientos de este monstruoso problema, en 2004. La línea nació de unir varios bloques entre el V8 (7b) y V15 (8c) abiertos por leyendas y visionarios del boulder como Klem Loskot o Fred Nicole.
Dai Koyamada y la rueda de la vida
Fred Nicole firmó la que parecía ser la conexión definitiva de la cueva, ‘Sleepy Hollow’, en el año 2010. Entonces, pocos imaginaron que se pudiera ir más allá…
Dai Koyamada llegó a Grampians cuatro años después, en 2004. Se quedó 50 días en tierras australianas con un único objetivo: tachar toda la cueva, toda. Y ese objetivo, evidentemente, debía tener un resultado final global. Koyamada fue encadenando todos los problemas de la cueva antes de enfrentarse a la rueda de la vida. Cuando estuvo preparado fue a por el premio final. ‘The Wheel of Life’ veía la luz el 12 de mayo de 2004. Al escalador japonés no le tembló el pulso y propuso V16 (8c+). Palabras mayores.
Los repetidores abren el debate
La segunda ascensión de ‘The Wheel of Life’ corrió a cargo de escalador australiano Chris Webb Parsons, en 2007. Después llegaron la tercera y cuarta por parte de Ethan Pringle y James Kassay. Hasta aquí el grado propuesto por Koyamada no fue cuestionado.
La quinta ascensión fue para el local Benjamin P. Cossey, en octubre de 2011. Cossey opinó que no pasaba del 8b+. Empezaba el baile de números. ¿Por qué dos grados menos? A esas alturas, siete años después de la primera ascensión, muchos escaladores habían probado el problema y los trucos y métodos eran infinitos. Empotres de rodilla, empeines aquí y allá, … ‘The Wheel of Life’ había dejado de ser un misterio.
El tema no se quedó aquí. Dos escaladores repitieron el problema en junio de 2012: Ian Dory y Dave Graham. Graham, un escalador influyente, con gran criterio y de reconocido prestigio, sugirió un grado de 9a+ de vía. «No es posible compararlo con otros problemas de boulder debido a su longitud. Está en una liga superior a las vía de 9a que he escalado», comentó el escalador norteamericano.
Unos meses después James Kassay resolvía el problema saliendo por ‘Amniotic World’ V9 (7c), una vía más directa y estética. El grado de la línea original parecía no verse afectado pero añadía un poco más de leña al fuego. Posteriormente, en agosto de 2013, llegó la ascensión de Daniel Woods. Woods coincidía con Graham y consideraba a la línea como un híbrido entre el boulder y la escalada deportiva y lo graduaba de 9a.
Alex Megos escaló ‘The Wheel of Life’ en dos días
La de Alex Megos es ahora la penúltima repetición de ‘The Wheel of Life’ y quizás la más motivante desde la primera a cargo de Koyamada. Lo es porqué el alemán encadenó los 70 movimientos en solo dos días y porqué en el pegue del rotpunkt, Megos escalaba por primera vez uno de los bloques más duros que forman el total de la línea, ‘Sleepy Hollow’ V12 (8a+).
Megos, a la cabeza de una nueva generación de escaladores, evidenció en 2013 que ‘The Wheel of Life’ -además de no tener ya misterios para nadie- había dejado de ser un reto para los números uno. Eso sí, encadenarlo sigue teniendo su mérito. Y no se lo quitaremos a Tom O’Halloran. Lo de menos son los grados.