Edu Marín vuelve a la Torre Sin Nombre. Objetivo: ‘Eternal Flame’ en libre
Prácticamente un año después del primer viaje a Pakistán, Edu Marín regresa para intentar conseguir la primera repetición en libre de la mítica 'Eternal Flame'. Le acompañan su padre, "Novato", y su hermano, Álex
Si hay algo que define a Edu Marín es su tenacidad y perseverancia. Cuando algo se le mete en la cabeza no para hasta conseguir lo que desea. El año pasado, de forma casi imprevista, a Marín le surgió la posibilidad de unirse a una cordada para escalar Eternal Flame (650m 7c+), en la Torre Sin Nombre, en pleno macizo del Karakórum (Pakistán). No se lo pensó dos veces, aunque para él la ascensión solo tenía valor en un estilo: en libre.
Abierta por Wolfgang Güllich, Kurt Albert, Christof Stiegler y Milan Sykora en 1989, Eternal Flame solo se ha escalado en libre en una ocasión. Lo consiguieron los hermanos Huber, Thomas y Alex, en agosto de 2009. Han pasado más de 10 años de esa hazaña y aunque otras cordadas lo han intentado, la Torre Sin Nombre siempre ha acabado imponiendo su ley.
Regreso a las Torres del Trango
La Torre Sin Nombre destaca entre el conjunto de las Torres del Trango. Es una gran mole de granito, que se eleva solitaria, hasta el cielo, alcanzando una altura de 6.251 metros. A finales de agosto de 2021 Edu Marín pisaba la cima de la Torre Sin Nombre, aunque los últimos largos de la vía, de 7c y 7c+, se le resistieron en libre. Las condiciones meteorológicas no fueron las mejores, y todas las fisuras quedaron cubiertas de hielo y nieve.
Después de 40 días de expedición volvía a casa, a Sant Llorenç de Montgai (Lleida), donde vive desde hace unos años, pero sabía que volvería a Pakistán. Eternal Flame seguía siendo un reto pendiente.
Explica Edu Marín: «Este año hemos avanzado la fecha de la expedición. Nos vamos un mes antes, en junio, con la esperanza de tener mejores condiciones meteorológicas y aprovechar todas las ventanas. La cordada en esta ocasión la completan mi padre, «Novato», y mi hermano, Álex. Ellos no tienen mucha experiencia alpina, pero sí en escalada en roca y en el manejo de cuerdas. Me han acompañado en otros proyectos y hacemos un buen equipo. Con solo una mirada sabemos qué necesitamos y qué tenemos que hacer. Va a ser una experiencia inolvidable».
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«Eternal Flame es la vía de escalada en roca más difícil y a más altura del mundo. No nos lo va a poner fácil»
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Si el año pasado el planteamiento era escalar rápido y lo más ligeros posibles, en esta ocasión Edu ha optado por un estilo más pesado: «Vamos a tener que realizar varios porteos hasta la base de la pared ya que nuestra intención es montar diversos campos de altura. Me gustaría poder descansar en las mejores condiciones en cada campamento y escalar con garantías de éxito. Además, creo que vamos a llegar muy bien aclimatados. Tanto mi padre y mi hermano como yo hemos estado entrenando en cámaras de hipoxia, simulando la falta de oxígeno que nos vamos a encontrar en Eternal Flame. Los últimos largos, a más de 6.000 metros de altura, en libre, representan una auténtica lucha. La dificultad sobre la reseña engaña. Un 7c o 7c+ a esa altura se convierte en algo realmente serio».
Los Marín tienen por delante dos meses para intentar cumplir con su objetivo: pisar la cima de la Torre Sin Nombre después de haber escalado en libre todos y cada uno de los largos de Eternal Flame. «Hay que recordar que Eternal Flame es la vía de escalada en roca más difícil y a más altura del mundo. No nos lo va a poner fácil», concluye Edu.
Todas las novedades de la expedición se pueden seguir a través de los perfiles en redes sociales de Edu Marín, que actualizará en función de la cobertura disponible.