25 de noviembre de 2024

En libre y en pared

Un viaje a la paredes de Córcega

El alpinista francés Symon Welfringer relata la repetición en libre de varias vías en pared en el macizo de Bavella, en Córcega. La ascensión más destacada se la lleva con 'Delicatessen' (180m 8b)

Symon Welfringer escalando La Baraka
Symon Welfringer en 'La Baraka' 8a, que encadenó con los seguros previamente emplazados. Foto / Col. Symon Welfringer
 

Regresamos con mirada melancólica y la piel gastada, mientras las olas mecen nuestra vuelta a Francia . Hemos pasado tres semanas de aventura en un terreno de juego único. El granito de Córcega es sin duda alguna uno de los mejores, y más bonitos, del mundo. Hemos descubierto un lugar salvaje, mágico, con un potencial increíble.

Delicatessen, principal objetivo

Nunca había tenido la oportunidad de viajar a Córcega, pero allí hay una vía en la que llevaba pensando mucho tiempo, Delicatessen (180m 8b). Las formas del macizo Punta Di U Corbu son excepcionales y la fama de la dureza de sus placas me atrajo desde el primer momento. Con la motivación bien alta, aunque también un poco espantado, me embarqué en la vía. Mi pareja, Manon Berend, fue mi compañera de cordada

Después de colocar todas las cintas exprés en el primer largo, el más difícil, de 8b, realicé un primer intento. Las condiciones eran perfectas, la sombra estaba llegando y el viento soplaba en Punta du Corbu. Escalé el largo tal y como lo había imaginado en mi cabeza, relajado y concentrado. Alcancé ese particular estado de ausencia de gravedad, superé el crux y de forma calmada pasé por las secciones de placa sin caerme. Sorprendentemente, después de solo un intento estaba victorioso en la reunión del 8b.

La vía no se acababa ahí.. Los siguientes largos no son algo trivial y encadenarlos todos en libre no es tarea fácil. Quedan por delante una tirada de 7c+ y otra de 7c, y justo después una de 8a. Estaba convencido que iba a caer en esos slabs, pero mi cuerpo aguantó cada paso y sin saber muy bien cómo, la magia sucedió. En cada reunión mi sonrisa iba creciendo.

Me siento con energía para afrontar el último largo, un 8a aparentemente a bloque. Una sección de unos 2 metros se antoja imposible para mí. Pongo toda mi piel en una presa que casi no existe, el método no funciona y caigo. Las esperanzas por encadenar la vía en el día empiezan a evaporarse y un enfado se apodera de mí. Empiezo a frustrarme, pero entonces lo pongo todo en su sitio. Un nuevo intento, unos cuantos gritos desesperados, me pego a la pared todo lo que puedo y finalmente alcanzo el canto salvador en la reunión. Solo faltan dos largos fáciles para llegar al punto culminante de Punta Di U Corbu, una cima que lucha por encontrar su lugar entre la multitud de agujas que nos rodean. El macizo de Bavella parece infinito. Mi más sincera enhorabuena a Stéphane Husson y a Arnau Petit por establecer esta joya.

Symon Welfringer escalando en Córcega
Symon Welfringer, autor del reportaje, escalando en Córcega. Foto / Col. Symon Welfringer

Otras ascensiones en Córcega

Durante el mismo viaje también pude conseguir la primera repetición de Ro.Ma (200m 7c+), una vía abierta por Rolando Larcher y Maurizio Oviglia en 2016. Otra línea maestra en Punta Di U Corbu. En este caso, pude encadenar todos los largos a vista, igual que hicieron los primeros ascensionistas.

En Punta Lunarda también puede repetir Parfum de Violence (270m 8a) y en el lado opuesto a Punta Di U Corbu encadené en pinkpoint la vía de un largo La Baraka 8a, una vía de Gérôme Pouvreau.

Ha sido mi primer viaje a esta maravillosa isla del Mediterráneo. Seguro que no será el último.