El último gran proyecto de Edu Marín se encuentra cerca de su casa, en la cara norte de Montserrat, y consiste en conseguir la primera ascensión en libre de Arco Iris (300m 6a/A2). Armand Ballart y German Folch abrieron la vía entre enero y julio de 1979, recorriendo el mantenido y expuesto desplome del Plàtan de Diables a lo largo de 120 metros.
En los últimos años la vía se ha convertido en un preciado objetivo para los amantes de la escalada en libre en pared. Poco a poco ha ido ganando protagonismo, hasta que Edu Marín ha pasado a la acción. El pasado 28 de julio Edu daba a conocer el proyecto en su perfil de Instagram: «Arco Iris fue establecida por Armand Ballart en 1979. Un artificial futurista para la época que transcurre por la zona más desplomada y espectacular del Plàtan de Diables. Mi gran ilusión es liberar esta vía histórica en la escuela donde empecé a escalar, Montserrat».
Marín ha contado con el beneplácito de Armand Ballart y permiso del Parque natural de Montserrat para reequipar la vía. Edu, con la ayuda de Adri Solera, tan solo ha añadido entre tres y cinco parabolts por largo a los buriles ya existentes, lo que convierte al proyecto no solo en un reto físico sino también psicológico.
Edu Marín habla sobre el proyecto de liberación de Arco Iris
Han pasado poco más de dos meses desde que Edu Marín empezó a descolgarse por arriba en el Plàtan. Primero para reequipar la vía, después limpiarla, matizarla largo a largo, y finalmente encarar el ataque definitivo. En este periodo le han acompañado el ya citado Adri Solera, Simon Padin, su padre «Novato» Marín o Chevy Crespo, además de contar con Esteban Lahoz tras la cámara.
Han sido muchas horas en la pared, trajinando material, fijando cuerdas, probando secuencias, volando más de 10 metros… Un cúmulo de experiencias hasta llegar al momento en el que Marín sabe que tiene la vía a punto. Después de establecer la vía en techo más dura del mundo, Valhalla (390m 9a+), en China, Edu Marín vuelve a la carga. Hablamos con él para que nos explique todos los detalles sobre Arco Iris en libre.
¿Por qué te decides a intentar liberar Arco Iris?
Arco Iris es una vía popular la cara norte de Montserrat, en el Plàtan de Diables. En su época fue una vía de artificial pionera a cargo de Armand Ballart. Cuando escalé Tarragó Plus (240m 8c) en libre en 2016 esta línea se me quedó en la cabeza. No sabía si podía salir en libre ya que es una de las partes más desplomadas del Plàtan. Al volver de China tenía el proyecto en mente y me apetecía hacer algo cerca de casa y estar tranquilo durante una temporada. Un día me acerqué hasta allí y escalé la vía para comprobar si tenía posibilidades. Me convenció y me puse manos a la obra. Contacté con Armand para saber si estaba de acuerdo en que intentara la vía en libre. Me dijo que sí, así que también contacté con el Parque natural de Montserrat para que me dieran permiso para reequipar la línea.
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«El tercer largo, el más difícil, es un muy físico, con un paso largo tras otro de lado a lado del espolón, con un final picante de regletas y resistencia»
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¿Qué te dijo Armand Ballart cuando le comentaste tu intención sobre el intento de liberación de Arco Iris?
Me dijo que adelante, pero que no utilizáramos los seguros que habían colocado durante la apertura. Algunos los fabricaban ellos o los compraban en ferreterías, y no son nada fiables después del paso de tantos años. Me aconsejó que pusiera algo nuevo, por seguridad. Y eso es lo que he hecho. Respetando la filosofía old school de Montserrat se han añadido el mínimo de parabolts posibles para que no haya ningún accidente grave. Se trata de una escalada muy psicológica, con seguros alejados y vuelos muy largos.
¿Puedes dar algunos detalles sobre la vía y la dificultad?
En total son cinco largos. El primero es 6b y el segundo 8b+/c. El tercero aún no lo he podido liberar, pero creo que saldrá 8c/+. El cuarto puede ser 8a+ y el quinto podría llegar al 8b. El tercer largo, el más difícil, es un muy físico, con un paso largo tras otro de lado a lado del espolón, con un final picante de regletas y resistencia. Es conjunto es una línea increíble, de las más bonitas que he escalado jamás. Estética, aérea y con una roca de calidad.
Has dejado los seguros muy distanciados…
Sí, tiene vuelos muy largos. Es un juego del que se puede disfrutar. Cada uno puede arriesgar hasta donde quiera. Me apetece dejar huella con este estilo y siguiendo lo que comentaba antes, la filosofía old school de Montserrat. Me gustan las vías que suponen un reto psicológico además de la exigencia física. Cuando escalé WoGü en el Rätikon disfruté mucho de ese estilo de escalada, con los seguros muy distanciados. Es algo que les da carácter. En Arco Iris es un valor añadido a la vía. Los escaladores que quieran probarla tendrán que ir bien de cabeza. Hay secuencias difíciles con los seguros alejados unos 10 metros, algo que personalmente me encanta. Me hace sentir vivo.
Ahora viajas a China para varios proyectos. ¿Retomarás Arco Iris cuando vuelvas?
Sí, viajo allí para explorar en un par de zonas. Me voy con un poco de pena por no haber podido liberar Arco Iris todavía, pero cuando vuelva será lo primero que haga. Espero que el frío no sea demasiado intenso en noviembre…